Os presento el último trabajo que he concluído recientemente. Se trata de un conjunto de la Divina Pastora y Su Hijo, en el cual he querido dar mi visión personal, tratándolo desde una perspectiva costumbrista a la vez que alegórica.
La Virgen, sentada sobre una roca alta, que simboliza su Pureza sobre el pecado de los hombres cuyo corazón es duro como una piedra, tiende la mano al Niño Jesús para sentarlo sobre sus piernas, y así convertirse Ella en "Trono de Dios". El canon está tratado desde un alargamiento de la figura, para reseñar la Divinidad de la Reina de los Cielos.
Detalle del rostro
Detalles de las manos
A su vez, el Niño se dirige hacia Su Madre, sonriente y buscando la mano de María con la Suya para sujetarla. Está sentado sobre una oveja como alusión a que Cristo es Rey de los Hombres. El animal, de ojos claros, indica al ser humano como rebaño de Dios.
Finalmente, el detalle de los clavos y el martillo, alusivos a la Pasión y Muerte de Jesús en la Cruz por la Salvación del hombre.